
La estrella principal de Tauro, Aldebarán, es la estrella de 1ª magnitud a la que Ptolomeo se refiere como “la Antorcha” debido a su luz brillante y rosa. Está posicionada en el sur o el ojo izquierdo del Toro y es conocido por los primeros autores como “El Ojo Brillante del Toro”, “Ojo de Toro”, o como Cor Taurii – el Corazón de Tauro, refiriéndose no a su posición sino a su prominencia.
El nombre se deriva del árabe Al Dabaran, el seguidor, es decir, de las Pléyades.
Astrológicamente hablando Ptolomeo notó que esta estrella tiene una influencia de la naturaleza de Marte y esto es ciertamente evidente en la descripción que da William Lilly al describir su efecto sobre los modales, donde dice que mostrará al nativo:
*”…feroz, lleno de coraje, se deleitarse en asuntos militares, inquieto, sedicioso para enmarcar muchos instrumentos bélicos, para idear muchas estrategias, y que él/ella estará en peligro por el engaño de sus enemigos, y en algún peligro de su vida.
Aldebarán forma una de las Cuatro Estrellas de Persia: el Observadora del Este. Como tal, existe la capacidad de una gran preferencia y una acumulación de riqueza y poder, pero como en el caso de Antares, hay una gran responsabilidad asociada a los honores que trae, y si estos son abusados, la caída desde la gracia será tan rápida como el ascenso.