No es necesario ser astrónomo para entender que el Sol y la Luna se oponen. El sol es un astro vivo, nos da el calor, nos alumbra, nos da vida. Todo lo dinámico nos recuerda al Sol. En Oriente, el Sol es Yang, generador de vida. En cambio la Luna no nos alumbra sin la ayuda del Sol, es un astro muerto y representa a la muerte y toda su energía (en luna llena) proviene del Sol: es un astro frió. En Oriente la Luna es Ying. La luna comienza a ejercer su influencia cuando el Sol deja de hacerlo, por la tarde, de noche, cuando el hombre renuncia a la vida al aire libre, al Sol, y se sume en la reflexion o en la meditación.
El sol es la fuente energética de la vida; la Luna hace circular esa energía. Las mareas constituyen la manifestación mas visible de esta circulación. La Luna no solo influye en los fluidos de la Tierra, sino también en los fluidos del hombre (sangre, fluidos sexuales, etc) Esta propiedad implica, evidentemente , que la Luna actúa sobre nuestra salud, sobre el crecimiento de los vegetales, e incluso los resultados de la pesca.
El sol ejerce continuamente su influencia sobre la Tierra y sus habitantes (sin Sol la muerte seria inmediata). La Luna en cambio, ejerce su influencia de modo transitorio y cíclico. Por tanto, la Luna representa todo lo versátil y esporádico.
En la cultura China resolvieron las relaciones entre la Luna y el Sol mediante este doble axioma:
+Sol = Yang = Positivo = Activo = Masculino.
-Luna = Yin = Negativo = Pasivo = Femenino.